Cuando alguien dice “química” muchos piensan “laboratorio”, y con ello, un trabajo lejano a la vida cotidiana de la mayoría de la sociedad. Sin embargo, esta disciplina es una de las bases fundamentales de todo lo que sucede a nuestro alrededor. En el Departamento de Ingeniería Química y Alimentos de la Facultad de Ingeniería de la UNMDP, se ofrece la ya clásica Ingeniería Química, y una carrera de creación más reciente, la Ingeniería en Alimentos.

La fabricación de un producto incluye distintas etapas de transformación física y química hasta obtener el resultado final, envasarlo y distribuirlo en el mercado. En esa secuencia, el ingeniero sabe qué hacer y cómo. De hecho, una de las materias del último año abarca proyectar un proceso completo, desde el estudio de mercado hasta la planta de producción. 

“Los ingenieros químicos son ingenieros de procesos, pueden diseñar perfectamente la secuencia de pasos que deben ponerse en práctica para obtener el producto que quieras, partiendo de una determinada materia prima”, explica la Dra. Norma Marcovich, quien además destaca la facilidad con la que sus egresados se adaptan a situaciones y son capaces de resolverlas rápidamente, gracias al tipo de formación que reciben en la Institución. En este sentido, “el Ingeniero químico o en alimentos tiene posibilidades laborales más amplias, además de las que se pueden deducir lógicamente, como por ejemplo en la industria petroquímica al sur del país”, explica Marcovich.

Este Departamento de la Facultad creció en los últimos años, no sólo en la calidad de la enseñanza, sino también en la cantidad de alumnos inscriptos, demostrando un incremento en el interés que los egresados secundarios tienen por el área. Por dar un ejemplo, en el 2014 hubo 80 ingresantes y 42 egresados, abarcando ambas carreras.

-¿La formación en estas carreras es siempre la misma o va evolucionando?

- Los conocimientos básicos están asentados. Los cambios son pocos en cuanto a esos contenidos, por lo que el esfuerzo que todo universitario debe hacer para seguir aggiornándose, en nuestro caso no es tanto.  Sin embargo, la tecnología sí ha avanzado y ayuda en el modo de aprendizaje: ahora podemos obtener valores numéricos más precisos para problemas concretos usando herramientas computacionales, con softwares que pueden predecir o simular prácticamente lo que queramos.  Además, se amplían las incumbencias, por ejemplo en las áreas de nanotecnología, biotecnología o energías alternativas, que a pesar de haber surgido recientemente, “están teniendo un desarrollo explosivo”, destaca el Dr. Ezequiel Soulé, vicedirector del Departamento.

Las Ingenierías son consideradas en general “duras” y “exactas”, pero implican también una arista social, en la que el profesional no puede alejarse del entorno: “Les enseñamos a solucionar problemas, con una formación integral. Y eso se da en la mayoría de las carreras de la Facultad. Nuestro egresado es independiente, pero sin problemas para complementarse, ayudarse, comunicarse con el otro”, asegura Marcovich.

Debido a que el ingreso a Ingeniería es en la actualidad irrestricto, el curso inicial resulta importante para nivelar a los alumnos. Por ello, a pesar de ser optativo, es fuertemente sugerido, y se da en diversas formas para que todos puedan acceder a él: en el último cuatrimestre de cada año (duración de tres meses), o intensivo y acelerado en febrero. Para obtener más información sobre estas u otras carreras, comunicarse con la Facultad de Ingeniería de la UNMDP al (0223) 4816600 o ingresando a www.fi.mdp.edu.ar.